Dejar de fumar

Dejar de fumar siempre será una buena idea si quieres mejorar tu estado de salud. El tabaco tiene sustancias mutágenas que facilitan el número de mutaciones que realizan nuestras células, haciendo que seamos más torpes al reparar dichas mutaciones. Al mismo tiempo, también hace que nuestras defensas pierdan efectividad.

Si dejamos de fumar reduciremos las probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas, ya que reduciremos la formación de placas ateromatosas. Reduciremos la tensión arterial, que se ve alterada por culpa de la propia nicotina. Reduciremos la posibilidad de sufrir ciertos grados de demencia y mejorará la salud de nuestro sistema respiratorio. También se ha demostrado que fumar reduce la masa ósea, aumentando el riesgo de sufrir fracturas u osteoporosis.

Si quieres dejar de fumar, ante todo debes estar mentalizado. Si no, no hay nada que hacer (no voy a mentirte). Una vez empiezas, es habitual pasar una primera fase de desintoxicación no muy agradable: ansiedad, ira, frustración, irritación, aumento de peso, depresión... Es necesario alejarse (durante un tiempo) de aquellas personas que no vayan a ayudarle en el proceso de dejar de fumar. ¡Un entorno de fumadores no ayuda a su propósito! Recuerda que estas emociones son transitorias, y que deberás aprender a distraer tu mente para poder avanzar con calma y efectividad.

Los masajes nos ayudan a calmarnos y a controlar el estrés, del mismo modo que la acupuntura resulta muy eficaz. La acupuntura trata la ansiedad, pero además debemos tratar dos órganos importantes como son el Corazón (para calmar el Shen) y la insuficiencia de Qi y de Yin de Pulmón para regular y mejorar el cansancio, la sequedad interior, etc. En consulta, suelo reforzar el tratamiento que dura algo más de una hora en una sesión con la auriculoterapia para más efectividad terapéutica.