Cafeína
¿Qué relación tiene con el sueño?
Cualquier actividad que realizamos: hacer deporte, estudiar, trabajar, bailar... requiere el uso de energía. En nuestro organismo esa energía la hacen las mitocondrías en forma de ATP (Adenosin Trifosfato), gracias a los alimentos que ingerimos. Todas nuestras células necesitan ATP para funcionar y, conforme nos vamos moviendo, vamos trabajando, o haciendo cierta actividad física o mental, el cuerpo va consumiendo más cantidad de ATP.
Cada vez que nuestro organismo utiliza una molécula de ATP, este la divide en dos moléculas: una de adenosina y otra de fosfato. Pues bien, la adenosina es muy importante para poder dormir bien debido a que cada vez que hacemos más actividad, más moléculas de ATP rompemos y más adenosina se forma; y, a mayor nivel de adenosina, más sueño tenemos luego.
Nuestro cuerpo tiene muchos receptores que captan la adenosina y, cuando los niveles son elevados, entramos en un estado de somnolencia. Y además, el sueño será más profundo.
En Medicina China tenemos dos meridianos curiosos que regulan el estado de somnolencia: el Yang Qiao Mai (que cuando está en exceso la persona no puede dormir), y el Yin Qiao Mai (que al estar en exceso la persona siente mucha somnolencia). Ahora bien, volviendo a la explicación anterior, lo que deberíamos saber es que la cafeína bloquea los receptores de adenosina anulando la sensación de sueño. Y es por eso que muchos estudiantes se exceden en la toma de café los días antes de un examen para poder estudiar hasta altas horas de la noche (algo totalmente desaconsejable).
Cafeína deporte:
La cafeína actúa de forma directa sobre nuestro metabolismo y sobre nuestro sistema nervioso. Algunas personas, media hora antes de realizar un entrenamiento toman cafeína para así aumentar la intensidad del entrenamiento, hacer un mayor esfuerzo, y ganar así masa muscular. La cafeína
Cafeína y glucosa:
Podemos encontrar glucosa en tres partes en nuestro cuerpo: en la sangre, en los depósitos de glucosa que hay en el hígado, y en el músculo esquelético. La glucosa se suele almacenar en forma de glucógeno (cadenas de glucosa). Así, para convertirlo de nuevo en glucosa y poderla utilizar, el glucógeno se tiene que dividir para poder generar energía, y, cuanto más rápido se divide más energía extrae. Pues bien, la cafeína hace que el glucógeno se divida de forma más rápida.
Algunos estudios nos dicen que aunque la cafeína aumenta la cantidad de glucosa en la sangre, también mejora la sensibilidad hacia la insulina, generando una mayor tolerancia a la glucosa. Esto último, por eso, hay que tomarlo un poco con pinzas, ya que un estudio publicado en la revista "The Amnerican Journal of Clinical Nutrition" confirmó que no era así. Mientras que otros estudios demuestran que sí, siempre y cuando la persona tome cafeína pura (y no café).
Por último, se dice que las personas que sufren diabetes tipo II pueden tomar café y que puede ser beneficioso. Aunque hay muchos expertos que lo recomiendan, también hay muchos otros que no lo aconsejan, ya que no hay estudios suficientes y concluyentes. La prudencia y un correcto asesoramiento por parte de un buen nutricionista es, en estos casos, algo fundamental.
Xavier Turell Nebot - Cafeína