27 / Mayo / 2021
La sacarosa es un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa. Es uno de los edulcorantes más utilizados. Tanto, que en el azúcar blanco encontraremos un 99,5% de sacarosa, un 85% en el azúcar moreno, o incluso un 70% en el sirope de arce.
El azúcar moreno se puede producir de varias formas, pero lo más habitual es coger azúcar blanco y mezclarlo con un poco de melaza de caña para que sea más bonito… Si se obtiene directamente de los jugos depurados de la caña de azúcar, entonces podríamos decir que es azúcar moreno de caña.
La fructosa es un monosacárido que encontramos de forma natural en la miel, las frutas, verduras u hortalizas. Cuando consumimos fructosa a través de las frutas, de las verduras u hortalizas lo consumimos de forma saludable. El problema está cuando lo consumimos añadido a algunos productos procesados. Si tienen fructosa, mejor no tomarlos.
La dextrosa o D-Glucosa pasa igual que con la fructosa, tómala de forma natural con la fruta, las verduras u hortalizas y no pasará nada.
Las maltodextrinas se suelen emplear para hacer embutidos, salsas, mantequillas, margarinas, etc. Y se obtienen por hidrólisis del almidón. Mejor no tomarlas.
El jarabe de maíz o el sirope de agave tiene altos niveles de fructosa y sacarosa. Al igual que el sirope de arce, encontramos que casi el 90% de este producto contiene sacarosa.
¿Y la panela? Pues se obtiene previamente a través del jugo de la caña del azúcar, clarificándolo en bloques de diferentes formas para conservar mejor todos sus compuestos. Pero, a la hora de la verdad, un 75% de la panela está compuesta por sacarosa, un 5% es glucosa, y otro 5% es fructosa. Resumiendo: un 85% de su contenido es azúcar.
Si queréis mi consejo, recuerda que si puedes evitar tomar azúcar refinado o procesado, tu cuerpo te lo agradecerá.