Los antiguos chinos creían que las estaciones del año tenían un efecto cíclico y profundo en el desarrollo y el bienestar del ser humano. Por esa razón, solían nutrir el Yang en primavera y en verano, y el Yin en otoño e invierno. Desgraciadamente la mayoría de las personas han ido abandonando esa sensibilidad hacia el medio que nos rodea, rompiendo la regla que une nuestro interior con el medio exterior. Hagamos un repaso de la importancia de este hecho:
La primavera
Cuando la energía empieza a despertar...
La primavera es la estación del florecimiento y la expansión; rige el crecimiento, el desarrollo, los impulsos, los deseos, las ambiciones y, sobre todo, la creatividad. Tiene una relación directa con el hígado y la vesícula biliar, con el color verde y el sabor ácido. La energía del hígado debe fluir libremente en todas direcciones. Comidas copiosas, la grasa, el alcohol, al igual que la ira o cualquier tipo de emoción reprimida provocará su estancamiento.Como prevalece el ascenso de Yang, síntomas como la sequedad ocular o el dolor de cabeza suelen ser bastante comunes, aunque también lo son los calambres, el dolor abdominal (como en el caso de la dismenorrea), fragilidad de las uñas, irritabilidad, impaciencia, etc. Muchas horas frente a la pantalla del ordenador o de los teléfonos móviles, por ejemplo, agotan la energía del hígado, siendo necesario cuidar nuestra vista a través de masajes o baños con Eufrasia todos los días. Las plantas que suelen usarse más en esta estación son el diente de león, el boldo, la angélica, al cardo mariano o el romero.
El verano
Cuando la energía llega a su punto de máximo Yang
¿CUATRO, O CINCO ESTACIONES?
Según la Medicina Tradicional China, el año se divide en cinco estaciones, esta quinta estación corresponde al bazo chino. Las estaciones no empiezan y terminan en un día concreto, sino que se van transformando lentamente, y es precisamente esta quinta estación, la que permite el traspaso de una hacia la otra.
Por eso, en Medicina Tradicional China tratamos el bazo unas semanas antes de que llegue la siguiente estación, ya sea con acupuntura, fitoterapia o la alimentación. En primavera y otoño, cuando la energía Yang o Yin comienza su expansión, es también donde solemos realizar dietas depurativas para limpiar nuestro organismo.
Por eso, en Medicina Tradicional China tratamos el bazo unas semanas antes de que llegue la siguiente estación, ya sea con acupuntura, fitoterapia o la alimentación. En primavera y otoño, cuando la energía Yang o Yin comienza su expansión, es también donde solemos realizar dietas depurativas para limpiar nuestro organismo.
El otoño
Cuando la energía empiezaa descender
El otoño corresponde al elemento metal. Es la estación de la cosecha, una época para agrupar y prepararnos para el frío invierno. En esta época del año prevalece la sequedad, que tiene un efecto deshidratante y astringente perjudicando a los líquidos orgánicos, provocando síntomas como: sed, sequedad en la piel, nariz, labios y garganta; incluso puede dar comezón. Como curiosidad, deciros que las personas delgadas son las que suelen tener una condición más seca. Para contrarrestar este efecto debemos aumentar los alimentos más húmedos: tofu, tempeh, espinacas, cebada, mijo, manzanas, algas marinas, huevos, etc. teniendo especial cuidado con los alimentos amargos y aromáticos. Así mismo, pondremos un poco de sal en las comidas.El otoño está relacionado con el pulmón y el intestino delgado. Las personas con el pulmón débil intentan reprimir su tristeza y, a la larga, los pulmones se congestionan y no dispersan el Qi de forma libre. La acupuntura ayuda a liberar las emociones, la psicología (realizada siempre por un buen profesional) nos ayudará a afrontar y a superar esos bloqueos emocionales (algo que nuestro hígado también agradecerá) y, ejercicios de respiración como los que se efectúan en Qi Gong o en ciertas prácticas meditativas, contribuirán a activar la circulación del Qi. Cuando el pulmón no está sano, encontramos sequedad, moco excesivo en las membranas, congestión nasal, gripes frecuentes y susceptibilidad a contagios e infecciones.
Alimentación en otoño
Si nos encontramos bien será mejor tomar alimentos de naturaleza neutra y templada: arroz, cebada, avena, pipas de girasol, calabaza, nueces, castañas, legumbres, pescado blanco y azul, algas, sin olvidar las cebollas, el nabo, el jengibre... Las cocciones serán más largas, con más fuego y más presión: guisados, estofados, plancha, algún horneado, sopas, hervidos... y evitaremos los alimentos de naturaleza fría o fresca. En otoño se suelen tomar infusiones de: abedul, eucalipto, malvavisco, pulmonaria, jengibre o el cardo bendito.El invierno
Cuando la energía debe ser conservada
Alimentos de mar, en especial las algas. Realizar cocciones largas: sopas, guisados, horneados, olla a presión, plancha... Evitad todos los alimentos de naturaleza fría. En esta época, se suelen tomar plantas como: el enebro, el clavo, el ginseng o la milenrama la vara de oro.
Insisto: realiza cada movimiento con lentitud hasta lograr alcanzar un estiramiento intenso y sin que llegue a doler, aguanta 10 segundos, respira con suavidad y, cada vez que sueltes el aire, toma conciencia de cómo la tensión disminuye y va aumentando la elongación. Después, relájate y vuelve poco a poco a tu posición inicial. Puedes realizar el estiramiento un par de veces por cada músculo aumentando 20 segundos en la segunda vez.
Xavier Turell Nebot
Acupuntura
Hipopresivos